viernes, 27 de febrero de 2009

Tú escribes lo que quieres

Y la verdad es que tiene razón. Se supone que escribo cuando quiero y sobre lo que quiero.
Aish, es que a veces me puede la presión.

La libertad de abrirte un blog es que no tienes la obligación de actualizarlo periódicamente. Ni siquiera tienes que decir cosas interesantes o que aporten algo. Como este post.

Incluso puedes pasarte 6 líneas hablando del apareamiento de las focas en Nueva Zelanda que la gente se lo leerá, sentirá una falsa curiosidad sobre el asunto (por la imposición de "estar ahí") y seguramente hasta comentará al respecto.

Es la magia de la red. Incluso diría que todavía en este momento no pensáis que sea idiota, aunque deberíais ya, después de haber hecho un razonamiento tan vacío como "la libertad es - no tener la obligación de" y haberme quedado tan tranquila, colándolo así como si fuera algo interesante. Pero la culpa no es mía. Porque yo escribo lo que quiero y cuando quiero. Tranquilos, tampoco vuestra. Sabéis que os quiero.

Después de todo pasear neuronas un rato tampoco está tan mal.

lunes, 23 de febrero de 2009

Te arrancaré la cabeza

Con la misma sutileza y ternura como con la que te dejaría desangrar. Casi con cariño y dedicación, como un premio a tu mal hacer.

Porque no sabes hacer bien tu trabajo, y eso perjudica al mío. Porque tu postura -y posición- arrollan con una supremacía insultante cualquiera de mis opiniones o excusas. Y aunque sé que sólo pasando por entregarme a tus peticiones lograré conseguir mi objetivo, la lucha se torna oscura y casi inútil cuando hay tanta desigualdad. Por eso no vale la pena luchar.

Y por eso y por otras cosas te arrancaría la cabeza. Porque el odio es el sentimiento más parecido al amor, por no decir que son lo mismo. Tienen la misma fuerza y provocan la misma postura irracional. Lo que puedo hacer con él es impensable a la vez que inadmisible. Incorrecto e insano. Pero lo haré. Te arrancaré la cabeza.

Porque tus actos deliberados son simples y banales, pero puñales para mi espalda. Siempre tienes las de ganar, ya que es tu juego y yo misma decidí jugar.

Y porque al fin y al cabo, de todas todas, tu arrogancia refleja mi estupidez. Por eso, sobre todo, te arrancaría la cabeza.

Pero creo que no lo voy a hacer.

martes, 17 de febrero de 2009

Totnerías

¿Nunca habéis mirado al cielo sólo porque sabéis que es infinito y llega hasta cualquier sitio?

¿Nunca habéis escuchado atentamente una canción sólo porque sabéis que otra persona ya lo hizo antes?

¿Nunca habéis dicho totnerías sólo para arrancarle décimas al reloj y evitar que lo inevitable ocurra?

Probablemente sí, y sí, también acertáis si pensáis que estoy en mi momento tierno del mes.

Tranquilos, mañana no habrá un test de compatibilidad para saber con que chico de El canto del Loco te llevarías mejor. Prometo no más momentos Super Pop. Por un tiempo.

Al menos.

domingo, 15 de febrero de 2009

El porqué

Si hay algo complicado a lo que encontrarle respuesta es cuando te preguntas el por qué de un porqué.

Es la eterna pregunta. Todos siempre queremos saber por qué. Algunos han gastado millones y vidas en intentar llegar a una conclusión. Otros pasan superficialmente a través de los años sin preguntarse nunca absolutamente nada, directamente.

Para mí, es simple. El porqué te explica quién eres. El porqué te muestra en qué momento de tu vida estás, y dónde. La manera en cómo lo buscas, es el camino hacia tu respuesta.

Lo siento, quizá no era la explicación que estabais esperando, o que merecía tener. O quien sabe, puede que incluso sea mucho mejor.

Y es que a veces sólo con planteártelo, te aseguras el seguir vivo.

Y porque... hay Domingos muy difíciles de superar.

viernes, 13 de febrero de 2009

El como

Con menos habilidad que ilusión comencé hace tiempo la historia de mi vida. Los relatos no hablan de fantasía ni ética, no tienen intriga ni emoción. Muchas veces, ni siquiera sentido.

Al principio de los tiempos sólo quería un sitio donde poder hablar, a ser posible, sin que nadie me llevara la contraria. O bueno, si lo hacían, al menos oír la contraria que yo quería escuchar. Es por eso que los elegidos. Es por eso que la intimidad.

El como es lo de menos. Sólo da la forma al porqué. A algunos puede que les engañe la estética y se dejen engañar por la retórica. A mí, de momento, no me sirve.

miércoles, 11 de febrero de 2009

El cuando

Sin que importe mucho el donde.

Imaginaremos una línea horizontal a lo largo de un gran plano cuadriculado que atraviese, de extremo a extremo, miles de encrucijadas perpendiculares que intentan inestabilizar tu paso. A banda y banda de tu camino, corrientes magnetizadas (de diferente polaridad) atraen con mayor o menor fuerza la neutralidad de tu cuerpo.

A veces eres carne, otras veces eres mente.

Al fondo siempre la misma luz, la de la esperanza venidera, que nunca consigues realmente comprender si es que se aleja cada vez más según avanzas, o simplemente se apaga poco a poco.

Allí es donde quieres llegar para entender el porqué.

La línea es infinita, pero no el plano. Allí, en ese camino, es justo cuando todo empezó.

lunes, 9 de febrero de 2009

El quien

Con la ilusión de quien apenas sobrepasa los 20 años y la inexperiencia de quien no llega a los 30. Hablar de uno mismo es como hablar del tiempo. Crees que controlas todo lo que sabes y lo que tienes, lo que vives y lo que aprendes, como si de llevar un reloj en la muñeca se tratase. Pero es sólo una ilusión de control. Tanto las horas y los días pasan por nuestro lado completamente ajenos a nosotros, sin que podamos pararlo o manejarlo a nuestro antojo, como nuestra propia vida.

La primera entrega de "Un domingo difícil de superar" nos trae la historia de una niña que creció creyendo que ya lo había hecho. No os voy a engañar: yo, como todos, también creo que tengo algo que decir. Si no, evidentemente, nunca hablaría.

El problema de crecer sabida es darte cuenta de que en realidad no sabes nada. Además de un montón de dudas e inseguridades, los restos de un tiempo pasado (que nunca fue peor, aunque siempre se diga lo contrario) donde los logros y triunfos se sucedían con tal facilidad que ni siquiera te molestabas en asimilarlos, dejó en paréntesis la evolución implacable del quién paralizada por el miedo.

He crecido con la generación de los que "nos lo han dado todo hecho". Niños sin obligaciones ni sufrimientos, que teníamos todo lo que queríamos y todo lo que pedíamos. Se han encargado de recordarme día tras día que cualquier pena o nostalgia, esfuerzo o recompensa, desengaño o alegría, eran estupideces fruto de la comidad emocional del mundo que ahora nos envolvía, en comparación a las emociones de un mundo más cruel, y en consecuencia más real. Pero que no nos engañen, en realidad, somos la generación llegada de los primeros niños mimados. Lo único es que nos acusan a nosotros de ello. Y lo peor, que nos lo creemos.

Sé que no puedo hacer que el mundo baile al compás con el que lo miran mis ojos. O creo que lo sé. Quizás, es lo que intento aprender.

Quien soy, entonces, es quien intentará mirar a través de él para al fin, llegado el momento, descubrir el porqué.

martes, 3 de febrero de 2009

A quien madruga...

Ponte el despertador temprano, aunque tampoco pasa nada si lo paras 5 minutillos más.
Prepárate el desayuno. Hoy te apetece café aunque para ello tengas que preparar una cafetera para ti sola. Calienta también unas tostadas. Unta mantequilla y algo de mermelada. Un día como hoy se merece un desayuno de campeones.
Ves al lavabo. Pégate una ducha. Aprovecha hoy también y depílate. Cepíllate los dientes y después usa enjuague bucal. Sécate un poco el pelo. Bueno, ya que estás puesta, sécalo del todo. Y por qué no, pon también la plancha y alísatelo.
Córtate las uñas de las manos. Claro, es importante ahora que las de los pies también.
Vístete.
Enciende el ordenador. Revisa tu bandeja de correo. Es importante que mires las noticas de primera hora, así como que compruebes el estado de tus solicitudes de empleo. Y por qué no, es importante que mires el goal también.
Haz la cama. Creo que no hay ningún otro momento mejor y más apropiado para cambiar las sábanas. Ya que te pones, recoge toda la habitación. No tienes más remedio, has llenado la lavadora así que la tienes que poner también. No sin antes tender la anterior.

Ahora sí, es el momento. Que se note que te has levantado pronto. Ya puedes ponerte a estudiar.

[EDITO:] Perdonad, se me olvidaba, la importancia de fregar el vaso después de desayunar, así como el resto de platos acumulados durante toda la semana. Al contrario de lo que puede parecer, es importante que no se retrase ni un día más.

lunes, 2 de febrero de 2009

El mejor consejo

Una vez me dieron un consejo:

Supéralo.

Y es que todos tenemos problemas...