Y la verdad es que tiene razón. Se supone que escribo cuando quiero y sobre lo que quiero.
Aish, es que a veces me puede la presión.
La libertad de abrirte un blog es que no tienes la obligación de actualizarlo periódicamente. Ni siquiera tienes que decir cosas interesantes o que aporten algo. Como este post.
Incluso puedes pasarte 6 líneas hablando del apareamiento de las focas en Nueva Zelanda que la gente se lo leerá, sentirá una falsa curiosidad sobre el asunto (por la imposición de "estar ahí") y seguramente hasta comentará al respecto.
Es la magia de la red. Incluso diría que todavía en este momento no pensáis que sea idiota, aunque deberíais ya, después de haber hecho un razonamiento tan vacío como "la libertad es - no tener la obligación de" y haberme quedado tan tranquila, colándolo así como si fuera algo interesante. Pero la culpa no es mía. Porque yo escribo lo que quiero y cuando quiero. Tranquilos, tampoco vuestra. Sabéis que os quiero.
Después de todo pasear neuronas un rato tampoco está tan mal.
Aish, es que a veces me puede la presión.
La libertad de abrirte un blog es que no tienes la obligación de actualizarlo periódicamente. Ni siquiera tienes que decir cosas interesantes o que aporten algo. Como este post.
Incluso puedes pasarte 6 líneas hablando del apareamiento de las focas en Nueva Zelanda que la gente se lo leerá, sentirá una falsa curiosidad sobre el asunto (por la imposición de "estar ahí") y seguramente hasta comentará al respecto.
Es la magia de la red. Incluso diría que todavía en este momento no pensáis que sea idiota, aunque deberíais ya, después de haber hecho un razonamiento tan vacío como "la libertad es - no tener la obligación de" y haberme quedado tan tranquila, colándolo así como si fuera algo interesante. Pero la culpa no es mía. Porque yo escribo lo que quiero y cuando quiero. Tranquilos, tampoco vuestra. Sabéis que os quiero.
Después de todo pasear neuronas un rato tampoco está tan mal.