El fútbol es injusto

Suelen decir los asiduos a tópicos aquello de: el fútbol es injusto.

Pero yo discrepo. La injusta es la vida.

Y no pasa nada

El otro día hablando con una persona de confianza le relaté desde mis adentros: "Éste ha sido un año raro. Un año incompleto. Un año al que le ha faltado el verano. Ahora volvemos a sacar chaquetas, a pensar en la Navidad, el frío, las lluvias... pero si todavía no ha habido verano, ¿no crees?"

A lo que mi persona de confianza se rió y me dijo: "Yo también tuve esa sensación el primer año que trabajé."

Y es que es verdad seguidores de El lunes lo dejo, elluneslodejoreros, creo que todavía no he asumido que este año no habrá playa ni pueblo. Bueno, haberlo lo hubo, pero dos días y medio y nada, es lo mismo. Pero como que avanzas y avanzas y aún se tiene esa sensación de incompleto. El 2011 pasará para mí siempre a la historia como el año sin verano.

El tema es que el hecho de que yo no haya tenido verano, no implica que el resto de la gente no lo tuviera. Hoy miraba en una de esas redes sociales donde la gente cuelga sus fotos y demás, y he acabado viendo el verano de mis amigos de verano, el verano que hubiera sido mi verano, el verano que siempre tuve que este año no he tenido. Mi sensación al verlo no ha sido de pena, ni de nostalgia ni nada así. Mi reacción ha sido algo diferente, así como: "Ah, esto ya ha pasado, las mismas fotos, la misma gente, pero sin mí. Será que esta vez me lo he perdido."

Y creo que entonces lo he asumido. Este año no habrá verano. No está por llegar porque ya ha pasado. ¿Pero sabéis qué? Creo que no pasa nada.

Siempre pensé que sería un dilema perderme las tradiciones, las buenas costumbres. Que quien no está, ya no es nadie. Siempre al acabar los veranos repetíamos las mismas frases: "yo siempre me lo paso mejor las primeras semanas, luego en fiestas ya no mola tanto". O la clásica de: "el mejor día de fiestas es el Domingo, menos gente y más divertido". Y realmente lo pensaba, y lo sigo creyendo. Pero no deja de ser un acto para recordar a aquellos que no pueden estar, que se han perdido lo mejor. Que sin ellos también es divertido, si no más.

Este año yo no soy nadie. Con lo que yo he sido, con la de recuerdos que tengo, siempre con todas las historias vividas que contar. Siempre el centro del meollo, la amiga de todos los amigos. Pero este año soy esa molestia que sólo va los días menos divertidos.

¿Y sabéis qué? Pues que no pasa nada. Y seguirá sin pasar. Hasta que vuelva a vivirlo y a pensar: no podría perderme esto nunca.

Y vague eternamente en una rueda de sensaciones encontradas y antagonistas, sin saber nunca encontrar cual de las dos es más absurda que la otra.

Play-X

Me han regalado una PS3. Y el Fifa 12.

Así, tal y como lo cuento, es como me lo soltaron. Lo sé, no es un regalo cualquiera. No es algo ni siquiera que te regalen entre varios. Es toda una declaración de intenciones.

Yo os aseguro que la voy a disfrutar. La miraré y la cuidaré como si fuera un cachorrito indefenso. La trataré con cariño y con amor, hasta con dulzura. Le diré cosas bonitas cada vez que la conecte.

Pero hagamos un trato mientras yo cumplo con todo esto. Acepto el regalo y sus intenciones sólo con una condición: que juegues conmigo. Que estés a mí lado cada vez que marque gol, y hagamos la palomilla giratoria juntas.

Y después de esto, cuando consigamos llegar al último nivel de las cosas, llegue un Domingo de esos de manta y sofá que podamos decir:
- ¿Echamos un partido?
- Vale. ¿Traigo la Play o la X?