miércoles, 31 de agosto de 2011

Si me ausento

Si me separo de la gente que me rodea, si me ausento en reuniones o conversaciones, si parece que desaparezco sin más. Si hay quien cree que no tengo la palabra de la que alardeaba. Si hay quien pueda creer que hay algo o alguien que me alejan de los demás. Si alguien piensa que me alejo sin más.

Al fin y al cabo somos seres independientes. No puedes pasarte la vida echando de menos a los demás. Así que por algo parecido, yo pediría, tampoco me echéis demasiado de menos a mí. Sólo lo justo.

Porque vivir de recuerdos es vivir del pasado. Y añorar lo que no se tiene es no vivir bien. Yo quiero vivir bien. Hay que avanzar, evolucionar, cuidar a la gente que te rodea pero saber vivir sin ellos.

Si me ausento es porque lo necesito, como supongo que en algunas ocasiones se han ausentado de mí. No seamos víctimas ni traidores.

Si me ausento, seamos serios.

jueves, 18 de agosto de 2011

Idiomas raros

Te vi salir como quien busca algo que necesita. No, quizás, como quien quiere ser encontrada.

Y voy a dejar de pelearme con baritas que giran sin control, sin pausa y sin permiso. Qué más da por más quiera protestar, si lucho contra dragones bravos y serpientes que susurran en idiomas raros.

Dime qué tengo que hacer ahora. Dime qué tengo que escribir. No te voy a engañar, yo también soy una niña.

Al final de todo elijo nada. Mañana será una historia diferente.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Chorradas

Estúpida manía de volver a casa.

viernes, 12 de agosto de 2011

Y de golpe me enciendo

Porque al final todo, absolutamente todo, ha valido la pena. Creo que nunca podría cansarme de esto.

Ah, bueno, y perdona que no pueda escribir nada mejor por aquí. Pero superar lo de no pisar tu pueblo toda la semana de fiestas por mí, es difícil. Tendré que plantar un campo entero de narcisos o dejar fotos atascadas en el fotomatón.

Y de nuevo, que bonito es estar vivo.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Lo que viene

Que todo sirva de lección en esta vida. De lección y consuelo y ánimo en situaciones futuras. Después de la temporadita agridulce vivida este mismo verano, de agobios y estreses por curro y mierdas varias, ahora vuelven tiempos de paz. Y no sólo eso, sino que de alguna manera se me recompensa con una temporadita de alegrías.

Os explico mi reciente plan de vida marcado por un número mágico, el 3. Partiendo de hoy Miércoles, me quedan 3 días de curro esta semana. Después, 3 días de fiesta. La semana que viene trabajaré otros 3 días. Y culminará mi felicidad con 3 días de fiesta más. Mágico 3.

Lo que quizá no se cuenta es que lo mejor son los 3 primeros. Estos que ya estoy viviendo. Los de los nervios, los de la espera. Los que piensas en todo lo que vas a disfrutar. Lo que debes y lo que te mereces. Los únicos de todos los comentados que quieres que pasen rápido, que se acaben ya.

Por otro lado tienes la ansiedad. Esa zorra que te despierta a sobresaltos a mitad de la noche y te cierra la boca del estómago, te deja todo el día con esa desagradable sensación de querer vomitar. Que no te deja tranquilizarte. Que casi no te deja pensar.

Pero sé que es residuo de lo pasado. Y frente a recuerdos, ilusiones. Lo que viene tiene que imponerse a lo que pasó. Psicología de barra de bar, de cuento de blog. Pero una vez más, y como siempre digo, todo, absolutamente todo, es por dormir por las noches. Y que así sea.


jueves, 4 de agosto de 2011

Cosas que me han pasado esta semana

He creído que una puerta de mi casa era comida salvajemente por carcoma a las tantas de la mañana, aunque finalmente, no era así.
He descubierto que lo que había en la puerta metido era un hamster, que habitó ahí durante un día.
He sacado una puerta de mi casa a la calle y la he tenido un rato fuera.
He visto la mitad de la cuarta película de Harry Potter, y nada más acabar de escribir esta entrada, la seguiré viendo.
He pedido un canapé y una cama donde podré dormir en mi nuevo hogar.
He recibido un router nuevo de mi compañía telefónica con WIFI, para que pueda escribir las actualizaciones del blog desde cualquier lugar de la casa, como la cocina, el balcón, o el váter.
He descubierto que váter se escribe con v, aunque la w también está aceptada como ya creía.

Y

He sido otorgada en el trabajo con un día libre este mes para que me pueda ir a las fiestas de mi pueblo. Aunque sea verlas un poco de pasada, que no es poco.