viernes, 30 de septiembre de 2016

Quién soy

Hola a todos, cracks y crocks del mundo.
A tenor de un artículo que he leído recientemente, me ha venido una cuestión trascendental a la cabeza: ¿Quién soy? ¿Qué tipo de persona habita en mi interior?
Y por más que le doy vueltas, no lo consigo responder.

Este Viernes, o un Viernes cualquiera que ha pasado hace poco (o hace mucho), se producirá (o se ha producido) un sorteo de esos de euromillones, en el que si te toca, recibes ni más ni menos que la friolera de 130 millones de euros. Eso que así dicho parece mucho, pero que tampoco se sabe imaginar cuanto, es más descifrable si lo troceas. Es decir, teniendo en cuenta la tajada que recibiría Hacienda (un 20% aprox), te quedarían unos 104 millones para ir tirando. Y que si como yo, rondas los 30 años, y tienes pensado vivir por decir algo y tirando a la media, hasta los 90, te queda para el resto de tu vida unos 4.700€ al día para sobrevivir. Así contado da hasta susto.

Pues haciendo un pequeño balance interior, me he puesto en la piel de tan afortunado ganador, y me he preguntado a mí misma que haría en una situación así. Hay gente que estoy segura, lo tendría clarísimo. Como si lo hubiera pensado ya otras veces, o como si realmente esperase que alguna vez le llegara su momento. Viajar, invertir, estudiar, dejar el trabajo, hacer donaciones, montar tu negocio, hacer regalos a la família... suelen ser las opciones más habituales, y que a su vez, hacen felices a más personas.

Pero yo no lo tengo tan claro. Supongo que querría hacer un poco de todo. Aunque por otro lado tampoco sé si sería buena idea dejar mi vida normal como es hasta ahora. Igual haría lo mismo, iría cada mañana a trabajar a aguantar mierdas, sabiendo que al llegar a casa sigo siendo rica y lo hago por pura estabilidad mental. O a lo mejor lo dejaría todo, y me iría a dar la vuelta al mundo a pie. O igual compraría mi bloque entero de pisos y se lo regalaría a mis amigos para vivir siempre en el mundo de peter pan. Igual me compraría un tren. O un caballo.

El caso es que no lo sé. Como en general no sé qué hacer con mi vida. Siempre culpamos a no tener tiempo o dinero para llevar a cabo nuestros planes, pero a veces es tan sencillo como que no sabemos cuales son nuestros planes. Y eso es extraño, y triste. Y tenemos casi 30 años y algunos aún nos estamos preguntando "¿Quién soy? y hacia dónde será que tengo que tirar..."