sábado, 12 de septiembre de 2020

Poesía de bolsa de patatas

 Atravesar, como agujas en algodón, uno a uno los centímetros que conforman la superficie de tu piel, con las ganas de hacerlo. Oler la distancia que nos separa o ver el tiempo que aún nos queda. Sentir que regresas aunque no te hayas ido.

Puedo frustarme por no tener nada que decir, nada que aportar, nada que ser. O puedo tener una nueva oportunidad de instalar sistema operativo, aprender, desarrollar, madurar.

Puedo seguir escribiendo para mí y seguir aburriéndome a mí misma. O puedo escribirte a ti. O a ellos.

Las cosas bien hechas al final siempre tienen recompensa. Y hacerlas o no hacerlas bien, depende ti. Tú dependes de ti. Tú que te quitas los límites, también te los puedes poner.

Falta humildad, falta confianza. Sobra compasión. Al fin y al cabo, ¿a quién tienes que convencer de nada?

No hay comentarios: