Encuesta y algo más

Hoy tengo muchas cosas que decir y quiero hacerlo sin extenderme más de la cuenta. Quiero ser escueta porque de alguna manera, en todo este tiempo, ya me he alargado demasiado.

Primero vamos con los resultados a la encuesta que planteábamos hace unos días. En principio aún tenía que durar un poco más, pero por diversos problemas con el servidor, acaba aquí. A los que no os haya dado tiempo a participar estad tranquilos. Tampoco servía de nada.

No sé porque me resultaba fácil esperar que el personaje más odiado con un 50% de los votos iba a ser Frenando Alonso. La verdad es que no entiendo porque le tenéis tanta aversión, un campeón llevando la bandera española por todo el mundo, muy modesto, trabajador, y sobre todo humilde. En fin, no hurgaré más porque es difícil no estar de acuerdo con esto.

En segunda posición hay un empate técnico entre Antonio Lobato y Raquel, la novia que chilla (al 25%). Aquí sinceramente está mi favorito, porque aunque aparentemente sean odiados por estar en el entorno de nuestro ganador, creo que gran parte de la culpa la tiene el calvito de Telecinco. Que Alonso sea odiado por lo que los medios (Lobato) crean de él es tan cierto como que el Madrid sea odiado por estar resguardado por un periódico como Marca, los catalanes por tener como representante a Carod-Rovira o Torrejoncillo por tener un vertedero en la entrada y oler mal. Quizá, si no fuera por estos detalles, seríamos capaces de verles de otra manera menos negativa. El odio nunca es gratuito. Bueno, a veces sí, pero eso ya es otro tema.

Por último destacar que a nadie le encantan los 3 en conjunto. Qué decir... no podría estar más orgullosa de mis lectores.

Por otra parte, con el post de hoy quiero comentar unas cosillas que me vienen rondando la cabeza desde hace unos días. Nunca comencé un blog con intención de quedarme para siempre. Quería probar cosas y probarme también a mí misma. Nunca quise sorprender a nadie ni crear tendencias. Podría haber publicitado estas páginas en cualquier sitio y rodearme de bienquedas que me animaran a publicar memorias día tras día. Lo bueno es que he descubierto que no necesito un blog para ser escuchada, ni unos lectores para ser comprendida.

Lo bueno de no tener obligaciones es que cuando haces algo realmente disfrutas con ello. Y yo he disfrutado con cada tema y cada palabra que he redactado en esta página. Algunos me acusan de excerderme en clichés, otros de usar demasiadas palabras para disimular la falta de sentido, otros de poca transparencia, y los últimos, los que no me acusan de nada, han visto en esto sólo un entretenimiento donde pasarse a divagar.

Para no extenderme más me quedan todavía dos palabras importantes que decir, pero como las prisas no son buenas, y cocinado a fuego lento todo sabe siempre mejor, me las guardaré para mañana.

Os ha hablado,

JADE.